A continuación mediante una serie de diferentes post (uno por pregunta) voy a ir copiando la entrevista sobre educación en el hogar que me han hecho Sara, Rita, Laura y Paula, estudiantes de 1º de Educación Primaria de Santiago de Compostela (La Coruña, España), para un trabajo de la Universidad. Entrevista realizada el 6 de Diciembre del 2011.
Pregunta: Una de las trabas que se ponen siempre a la hora de hablar de educación en casa es la socialización de los hijos. En su libro este tema tiene un capítulo en el que explica que los niños educados en el hogar son mucho más sociables que los escolarizados. Sin embargo, ¿de qué manera se consigue eso? ¿cómo socializan esos niños? ¿Qué amigos tienen de su edad? ¿Acuden a algún tipo de actividad en la que se lleve a cabo esa socialización con niños de su misma edad?
Todo va en relación con la edad que tengan los niños. No he llevado un patrón igual a lo largo de toda su educación sino que éste ha ido variando según variaban sus capacidades de adaptación, sus consciencias y sus capacidades de autocontrol. Tampoco son iguales la psique de mis dos hijos.
Lo que sí puedo asegurar es el resultado: Ahora ella está muy cerca de los 16 años y él tiene 14 y medio. Ambos son muy sociales y se encuentran integrados tanto en el grupo de amigos del pueblo donde vivimos como en la comunidad donde vivimos como en mi familia física. Por otro lado, todos los fines de semana vienen alguno / s de sus amigos a dormir a casa.
Aún así, para mí sociable no es aquel que se relaciona con más gente de su edad, sino aquel que está abierto con sinceridad a cualquier persona sea cual sea su edad, cultura, religión, sexo… por lo que ha de tener un grado muy considerable de tolerancia.
Se dice mucho que los niños, desde muy temprana edad, han de estar con muchos otros niños de su misma edad para ser sociables y yo me pregunto… ¿Si juntamos a los niños (con una consciencia muy pequeña) mucho tiempo al día con otros niños (también con una consciencia muy pequeña dada la poca experiencia vital tenida y sentida), les estamos ayudando a crecer en consciencia o les estamos ralentizando dicha? Aprendemos copiando. Si todos los que están a nuestro lado (nos rodean) sólo saben hacer tonterías, nosotros también haremos tonterías…
Algo que he visto en casi todas las familias que practican el homeschooling es que los niños se relacionan con personas de todas las edades. No ven a los más pequeños que ellos como tontos, a los de su edad como colegas, a los de más edad como alguien a quien copiar ni a los mayores como alguien a quien engañar o temer. Escuchan a cualquiera independientemente de su edad y copian a cualquiera independientemente de su edad, sólo han de mostrarles la validez de aquello que transmiten. Si hay un grupo de homeschoolers, ten por seguro que la pandilla tendrá integrantes de muy diversas edades.
Cuando mis hijos eran pequeños no se han relacionado mucho con niños de su edad pero sí han venido conmigo a toda actividad que hacía (trabajo, conferencias, ferias, reuniones con amigos, compras, asuntos legales, asuntos familiares, actividades asociacionistas, actividades espirituales, actividades sociales y de caridad, etc.) Es decir, han tomado parte activa en todo lo que he hecho. Por otro lado, también he de reconocer que mi vida ha sido muy activa o mejor dicho, ha alternado periodos de mucha actividad y exteriorización con periodos de pasividad e interiorización. Dada mi profesión e inquietudes no soy un caso completamente standard…
Después, sí comenzaron a tener mucha relación con niños de sus edades. A parte de lo que hacíamos antes, al vivir en una finca en el campo, abrimos el espacio a las visitas. Dado mi carácter público por mi trabajo, anualmente venían a visitarnos miles de personas de los cinco continentes, pasando muchos de ellos temporadas regulares en dicha.
También el vivir en comunidad y el trabajar en comunidad les ha estimulado el contacto social.
Al venirnos a vivir aquí a Alicante fue diferente ya que, debido al juicio de custodia que más adelante comento, cerré la apertura a visitas para centrar mi atención en limpiar la situación de un modo favorable y en hacer todo lo posible para que mis hijos no se traumasen por los conflictos entre sus padres.
Seguían viendo a algunos de sus viejos amigos o pasaban días en sus casas o estos en la nuestra pero ya no con tanta frecuencia y por otro lado, por lo general el estilo de vida de la gente de la Comunidad Valenciana es muy, pero que muy diferente al de la de Castilla León o Madrid. Si mis hijos iban a la plaza del pueblo a conocer a otros niños, lo máximo que conseguían era tratar con niños de la mitad de edad que ellos ya que los de la suya no los veían por la calle o si lo hacían, era a las tantas de la madrugada, horarios que yo no permitía a los míos.
Para solventar la situación se apuntaron a diversas actividades deportivas, a escuelas de idiomas y a actividades parroquiales y encuentros sociales diversos. Una vez ya fueron conociendo a algunos chicos, estos trajeron a otros y luego vinieron otros y otros. Poco a poco han ido afinando el corrillo de amigos que más les gusta y han ido cambiando de actividades hasta quedarse con sólo aquellas que desean practicar por la actividad en sí, no por la presencia de otros niños.