¡Paz y Bien!
  Aunque a pesar de creer, sólo el jueves 10 de Enero de 2019, hice mi primera caminata descalzo en pleno Invierno, y la primera de este año que ahora comenzó!
No fue un recorrido que yo no hubiera hecho, parcialmente, hace años atrás, aún de sandalias en los pies, y de esas "digresiones" tomé ciertos puntos de referencia, como ciertos templetes en que la zona es rica.
La textura del piso era de una hierba fresca, a la mezcla con algunas hojas secas.
    El tiempo estaba limpio, un poco frío, pero los pies no se resentirían.
    ¡Por lo contrario!
    El suelo fresco nos apoya mejor.
    Me sentía en verdadera armonía con Dios, con la Naturaleza y conmigo mismo.
    Hay lugares con lodo resbaladizo (que, se diga, es de una sabrosa sensación para los pies).
     Al cruzarme con otras personas, y como en estas tierras hay todavía la buena costumbre de mutuamente saludar, el personal me saludaba, o yo saludaba al personal, pero nunca nadie me planteó ninguna cuestión por el hecho de andar descalzo.
    No por simple curiosidad.
    Vino prevenido con algunos de aquellos panfletos que publiqué en uno de estos días, a fin de esclarecer a las personas o aguzar aún más la curiosidad.
    Sólo cuando atravesé una urbanización, ya al final de Lago, un niño de sus cuatro o cinco años, en el paseo del lado opuesto, repitió varias veces a la madre y en voz bien audaz: "¡Descalzo!" Descalzo! y luego la madre le obligó a callarse.
    Aquí está el enlace a mi «blog»:
    http://duxspinensis.blogspot.com/2019/01/nas-margens-do-homem.html
    ¡Bendiciones para el Nuevo Año!
Hnº. Alberto