A continuación mediante una serie de diferentes post (uno por pregunta y día) voy a ir copiando la entrevista sobre educación en el hogar que me han hecho para un trabajo de la Universidad Sara, Rita, Laura y Paula, estudiantes de 1º de Educación Primaria de Santiago de Compostela (La Coruña, España). Entrevista realizada el 6 de Diciembre del 2011.
Pregunta: Conocemos un caso en Cataluña de unos padres que ganaron los pleitos legales que se les presentaron por tener a sus hijos desescolarizados. Sabemos que en su caso tuvo visitas de la administración, ¿Cómo afrontó usted esta situación?
Lo que comentáis son situaciones extremadamente desagradables con las que nos encontramos varias familias practicantes del homeschooling. Una ventaja de la cultura y del Estado español es la gran atención y prioridad que se da al bienestar infantil, por ello reaccionan muy rápida y agresivamente en cuanto hay la mínima sospecha de desamparo. Lo cual también te puede poner en una situación muy desprotegida ante personas mal intencionadas o ante personas que juzgan y actúan antes de intentar comprender. Sumado a la ineptitud de bastantes funcionarios estresados o frustrados con su trabajo o inseguros ante situaciones externas al contesto habitual. Conozco casos con desenlaces armoniosos y casos con desenlaces muy pero que muy tristes. ¿El real perjudicado? El niño, siempre los niños…
En mi caso concreto hubo una ¿o dos? denuncias de personas que no nos conocían, las cuales provocaron el comienzo de las investigaciones previas por parte de los Servicios Sociales primero y del EMUNE Mujer Menor después. Por entonces mis hijos tendrían unos 7 y 8 años. Nos encontramos al principio con mucha agresividad externa que a su vez nos provocaba una gran impotencia. Nos trataron como delincuentes y con una negligencia y falta de respeto y educación inmensa. Tras lo cual escribí una carta pública postulando mis derechos y exigiendo un trato decente y legal. Tras ello, continuaron las investigaciones. Por entonces por suerte cambió el organismo ejecutor y comenzaron a realizarse por parte del EMUNE el cual tenía, por lo menos en nuestro caso, un personal mucho más cualificado y humano. Sus citas e investigaciones sí que fueron aceptables y comprensibles, respetuosas aunque no por ello agradables ni apreciadas... Entiendo que mi sistema educativo los alarmase o les estimulase el comienzo de una investigación. Estos organismos son muy útiles en muchos casos y por ello no puedo negarlos o actuar con agresividad, recelo o cerrazón ante ellos cuando es a mí a quien quieren investigar, más aún cuando son muchos los postulados en los que no actúo según la mayoría (alimentación, vida simple, vida en comunidad, homeschooling, no vacunación, etc.) Pero un trato tan irrespetuoso e ilegal como el que nos dieron al principio no podía aceptarlo.
Como he dicho antes, por lo menos los trabajadores de este segundo organismo vinieron y nos trataron no como un asesino trata a un cerdo cuando lo va a llevar al matadero, sino como un organismo que quiere entender a una familia y valorar el estado de atención y protección de unos niños. Nos entrevistaron, se entrevistaron a solas con los niños, etc… Siempre respetándoles e intentando no alarmarles o traumarles. Personalmente me dijeron que estaban sorprendidos con el desarrollo madurativo e intelectual de mis hijos, superior a la media, así como con nuestro grado de felicidad, comunicación y armonía sinceras. Incluso me propusieron que les presentase un proyecto para acoger a niños conflictivos “Pero si lo hiciese, no les llevaría a la escuela presencial” Les dije. “Lo sabemos y eso no importa” Me contestaron… (No lo hice aunque estuve muy tentada) Más tarde me enviaron una carta en la que se me comunicaba el cierre de las investigaciones previas porque como cita en ella: “Aunque la familia tiene un sistema de vida distinto del habitual, los menores tienen cubiertas todas sus necesidades básicas, afectivas y de educación”
Por otro lado, hace cuatro años, cuando comencé a vivir con mi actual compañero, el padre de mis hijos me denunció buscando se me quitase tanto la guarda y custodia como la patria potestad. Hizo uso del homeschooling (educación en el hogar) para dar más sensacionalismo al asunto a pesar de surgir la idea de él antes incluso de la concepción, a pesar de haberlo valorado y querido siempre... Por desgracia, experiencias como ésta las vivimos muchas familias. Uno de los padres hace uso del homeschooling para debilitar la posición del otro ante el juez y el fiscal incluso muchas veces siendo partidario de él o habiéndolo apoyado siempre. Aún así, el juicio (que duró años con diversas vistas) salió a mi favor. Mis hijos continúan conmigo y siguen practicando el homeschooling.
Conclusión: Mucho gasto de dinero, mucho abuso de los servicios institucionales, mucho gasto de energía, muchos traumas para los niños, muchos rencores y desconfianzas nacidas, etc. tan sólo para satisfacer luchas de poder personales. Estaría bien que el Estado tuviese un servicio que revisase estos casos antes de llevarlos a juicio. Lo considero mucho más beneficioso para el bien del menor. También más económico para los contribuyentes.