A continuación mediante una serie de diferentes post (mañana el último) voy a ir copiando la entrevista sobre educación en el hogar que me han hecho para un trabajo de la Universidad Sara, Rita, Laura y Paula, estudiantes de 1º de Educación Primaria de Santiago de Compostela (La Coruña, España). Entrevista realizada el 6 de Diciembre del 2011.
Pregunta: Vimos varios casos de padres que para poder desescolarizar a los hijos uno de los cónyuges tuvo que dejar su trabajo, ¿Reciben algún tipo de ayuda en estos casos? ¿Podría llevarse a cabo la desescolarización si no se tiene un nivel económico elevado?
¡Más quisiéramos poder disfrutar de subvenciones! La única ayuda que recibimos es la del apoyo de otras familias que han pasado ya por esa fase. El estado no subvenciona esta opción ni tampoco la apoya. Simplemente se mantiene al margen. O peor aún, si cobras ciertas ayudas estatales como por ejemplo las que antes había para “indigentes”, te obligan a escolarizar pues consideran que si las cobras es para poder buscar trabajo y eso no lo ven factible con uno o varios niños a cuestas.
Siempre se puede llevar a cabo la desescolarización, independientemente de tu economía. Depende más bien de tus necesidades. Es muy probable que una familia sin recursos que desea tener más recursos y se siente agobiada por los problemas económicos, no cree las bases idóneas para la educación en el hogar pues la frustración de los padres y sus continuos malestares económicos repercutirán muy dañinamente en los hijos. En este caso concreto considero que sería más sano buscar 1º la armonía familiar y luego estudiar y planificar el cómo estructurar la vida familiar para poder practicar el homeschooling.
Pero si no tienen recursos y no sienten que necesitan más o sienten que se pueden adaptar con lo que tienen, si se sienten en armonía, puede ser maravillosa para la familia la educación en el hogar mientras que si fuesen a la escuela, posiblemente los niños se sentirían marginados por su situación económica o dañados psicológicamente por la desarmonía y la presión que suelen generar las escuelas. Además de la pérdida de la gran fuerza interior que supone una familia en armonía que comparte mucho tiempo juntos y crecen al unísono.
Aun así, por regla general es más simple y cómodo practicar el homeschooling cuando hay buenos recursos económicos. Te permitirá tener mayor armonía familiar al no tener preocupaciones materiales, podrás ofrecerle a los niños mayores recursos educativos (públicos y privados), mayores posibilidades extraescolares, etc. Además, si la opción que se quiere coger es la de la escolarización a través de Internet, hay que tener en cuenta que dados los costes de convalidaciones de títulos, traducciones jurídicas y demás, ésta cuesta mucho dinero que no todo el mundo puede darle una prioridad de pago. Son colegios privados ubicados en el extranjero, sin beca de nuestro Estado alguna y cuando tienes dos o más hijos, requieren un esfuerzo económico muy grande, más aún cuanta más edad tengan los niños.
Y como es lógico, en la educación en el hogar no hay cabida a dos padres activos laboralmente a no ser que sean compatibles sus horarios o por lo menos uno de ellos trabaje en casa, pues es imprescindible que siempre al menos esté uno de los padres disponible y presente para los niños. Asunto que también se puede subsanar con familias extensas (cuando se vive con la tía, la prima, la abuela, hermanos adultos, etc.) o con la vida en comunidad (siempre y cuando todos o algunos de los adultos de la comunidad asuman la responsabilidad de los infantes y lleven un plan educativo concreto hacia ellos, claro).
En resumen: Como en todo, la economía no es imprescindible pero ayuda mucho. Si se cojea de una cosa, hay que compensarlo con abundancia de otra. Todo es cuestión de meter en un mismo saco los pros y contras de la educación en el hogar, de nuestra situación emocional, espiritual y material así como los pros y contras de la educación en la escuela presencial, menearlo todo mucho y observar con atención qué es lo que asoma a la superficie…
Por ello los que practicamos la educación en el hogar solemos avalar e insistir mucho en la importancia de la personalización familiar y personal en la educación para obtener unos resultados más óptimos. No en un actuar o exigir actuar por sistema (educar masiva y obligatoriamente según el sistema estipulado del país).