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nuria
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Entrevista "Descalzo Saludable"

 

 

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1.- ¿Qué sientes al andar sin calzado?

 

Pues depende de por dónde ande. Si voy por un sitio lleno de cactus, pinchazos; si voy por otro lleno de grava gorda, molestia; si voy por tierra húmeda o por césped, placer; si voy por el campo, amor; si voy por sitios muy sucios, asco; si voy por lugares neutros, indiferencia…

 

Ja, ja, ja. Tranquilo, era una broma. Bueno, en realidad no tanto pues sí podría decir que siento todas esas cosas. Pero dado quien hace la pregunta y su finalidad, supongo que ésta iba en otro sentido ¡Ja!

 

Lo que siento al andar sin calzado es, ante todo, comodidad y relax. Me siento mucho, muchísimo más ligera que si voy calzada. Y libre.

 

Vamos, que eso de no tener que invertir tiempo en limpiar y ponerte los zapatos, comprarlos y adaptar tus pies a ellos me parece todo un lujo. Aparte de la comodidad de poder mover todos los dedos del pie, poder doblarlo, adaptarlo a la textura y rugosidad del suelo, etc.

 

 

2.- ¿Qué cambios has notado en tu cuerpo al dejar el calzado?

 

Bueno, lo cierto es que, desde que empecé a andar descalza hasta ahora, han pasado muchos años por lo que ya no recuerdo bien. De hecho, son más los años que han pasado desde que empecé a andar descalza que aquellos anteriores a comenzar con esta ¿práctica?. Aunque ha habido algunos periodos de “interferencias” por medio.

 

Pero lo que sí recuerdo, lo primero que me viene a la mente, era la tortura interna que vivía cada vez que estrenaba zapatos. El cómo me rozaban e incluso a veces me hacían ampollas y heridas en la zona del talón de Aquiles. Y el cómo todos tendían a presionarme los dedos. Las ganas que tenía de que llegase el momento de poder quitármelos y expandir mis pies. Me sentía muy solidaria con las mujeres en la época en la que usaban corsé. Solo que yo lo tenía en mis pies.

 

Lo que sí puedo decirte son los cambios que noto en mi cuerpo los días que ahora uso calzado. Y por supuesto, el calzado que uso ahora la escasa vez que lo hago, no tiene nada que ver con el calzado que usaba entonces. Ni en calidad, ni en ergonomía, ni en materiales ¡Es muchísimo mejor! Y aun así, siento bastantes cambios:

 

- Lo primero de todo es que usando calzado tiendo a cansarme antes que si no lo uso. Aguanto caminatas menos largas. O mejor dicho, empiezo a dejar de disfrutar de ellas antes.

- Después diría que la espalda se me resiente antes usando calzado que sin usarlo. Vamos, que aguantar de pie en un sitio quieta o medio quieta, cuando empleo calzado, la parte baja de la espalda tiende a molestarme o dolerme algo. Si no empleo calzado, no. O lo hace mucho más tarde o menos.

- También lo siento en las rodillas. Al emplear calzado noto el peso de éste, por muy ligero que me digan que es. Y es como si tirase de las articulaciones de mis rodillas. No crea dolor ni nada de eso pero no me gusta la sensación.

- Y por otro lado, me siento súper torpe cuando uso calzado. Si es un calzado convencional (que ese ya rara vez lo uso más de una o dos veces al año), siento que ando como si fuese un robot. Rígida y torpe ya que no puedo mover toda la musculatura de mis pies ni adaptarlos por tanto al terreno. Aparte de cambiar la pisada y su punto de inflexión. Y si lo que uso es un calzado alternativo, ligero, ergonómico, etc, también me siento más torpe que cuando voy sin zapatos. Unas veces puede ser por lo resbaladizo del suelo pero la mayoría de ellas es por no poder fijarme al suelo con los dedos de los pies, especialmente si voy por terreno rocoso. El movimiento siempre es más limitado.

- También recuerdo el olor de pies que tenía muchas veces de niña y de adolescente. Especialmente tras sesiones muy intensas de deporte. Por supuesto, hace muchísimos años que eso desapareció. Ahora, que casi siempre voy descalza, si alguna vez uso calzado, jamás me huelen los pies ni dejan olor en el calzado empleado. Yo lo veo como que ya no se me cuecen…

 

 

3.- ¿Cuál es la superficie más difícil o desafiante?

 

Digamos que, en lo que he vivido durante estos años, sin duda la más difícil o desagradable son aquellas calles llenas de excrementos de perros. Aunque esto también lo pensaba y sentía cuando iba calzada. Por supuesto, hago desvíos antes que ir por una de ellas. Igual que cuando iba calzada.

 

Respecto a sitios por los que iba calzada e intento evitar yendo descalza, son los terrenos o campos llenos de semillas de la planta que llamamos por aquí “garbancillos”. Por supuesto, sólo cuando éstas están secas y duras. Son unas semillas redondas ¿o hexagonales? Con varios pinchos muy duros ¿tres? que además deben de tener algo de veneno porque irritan. Son como nuestras vértebras pero en diminuto. Y no veas lo largos y duros que son sus pinchos y lo fácilmente que se clavan ¡No me gustan nada! Y sí que me calzo alguna que otra vez cuando topo con un sitio de esos. Pues no puedes andar ni dos metros sin clavarte uno o varios… Para mí ir descalza no es un reto ni una prueba, sino algo natural y cómodo, armonioso. En el momento en que deja de serlo, no me es rentable ir descalza. Y eso ocurre de vez en cuando, puntuales veces.

 

 

4.- ¿Qué te impide dejar el calzado de forma definitiva?

 

Impedírmelo, no me lo impide nada. Por ello casi siempre voy descalza. Pero momentos puntuales opto por calzarme por cuestiones concretas:

- Sociales. Cuando voy a visitar a familiares, menos a mis hijos. Pues no quiero violentarlos ya que no aceptan este hábito mío.

- Laborales. Suelo estar en el trabajo siempre descalza pero puntualmente no ha procedido. Ya que se hubiera sentido la persona con la que tenía que entrevistarme muy incómoda y / o me hubiera dado menos crédito y / o respeto si hubiese ido descalza.

- Egoísmo. Me niego a autotorturarme o fustigarme. Por lo que si alguna vez tengo poca energía, o mucho frío, o voy por un terreno muy desagradable para pisar descalza, me calzo y ya está.

 

 

5.- ¿Te atreverías a dejar el calzado y si es así, por qué?

 

¡Pues claro que sí! Y principalmente porque yo soy quien decide mi vida, no los demás. Simplemente me ofrece más ventajas que inconvenientes por lo que disfruto de sus ventajas y me responsabilizo de sus inconvenientes.

Y como la respuesta a esta pregunta podría ser muy larga, te mando a la sección del foro de mi web donde hablo sobre el descalzismo: https://www.nuriaaragoncastro.com/foro/temas-involucrados-en-mis-obras-literarias/andar-descalzo 

 

 

 

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