Inicio de sesión

CAPTCHA
Resuelve la tarea:
Fill in the blank
1 envío / 0 nuevos
Hermano Alberto
Imagen de Hermano Alberto
DESCALZO POR LOS CAMINOS DE SANTIAGO

¡Paz y Bien!
Una vez más Prado!
Atravesando el secular puente me siento liberado de los «catálogos» que en la orilla sur del Cávado todavía me impiden andar descalzo a tiempo completo.
Simbólicamente, en medio del puente, me siento en uno de esos taburetes de piedra y descalzo las sandalias.
¡Liberé mis pies, y mi mente los sigue!
Esta vez mi recorrido giraría un poco más al Este, y iría, en parte, a coincidir con un Camino de Santiago muy bien señalado.
Como habitualmente, me dirigí a la capilla de Nuestra Señora del Bueno Suceso, quizás más conocida por la capilla de San Sebastián, para hacer mi hora de piedad.
Enseguí entonces esa parte del Camino de Santiago.
Continuando por este camino, casi al lado de la capilla de Santo Amaro, existe, en un nicho de pared ahora protegido por vidrio, una imagen de San Benedito, antiguo esclavo negro y fraile Capuchino, de la que os presento una fotografía de 1990, cuando sólo las rejas protegían el icono.
El pueblo, cariñosamente, suele decir de él: "San Benedito no come ni bebe y siempre está gordito"!
Continuando mi caminata me dirigí hacia el final de esta primera etapa: la capilla de Santiago.
En el porche de esta capilla, a la sombrilla, saboreé unas caballas de conserva, con pan de semillas mojado en el aceite.
Restauradas las fuerzas retomé el camino, que continuaba allí en el adro, a través de una pequeña vereda marginada por un pequeño eucaliptero, cuyas hojas caídas dan a los pies un toque suave.
Más adelante tuve la agradable sorpresa de encontrar, señalado, un tramo del «Camino» constituido por una vereda entre campos, al inicio de la cual encontré una ingenua manifestación de piedad popular.
Aunque mi objetivo era Turiz, para una vez más admirar cómo se reconstruyó la iglesia parroquial después de un violento incendio ocurrido en 1990, una vez más no alcanzé ese desiderato, porque la Carta Corográfica que poseo está bastante anticuada (fue editada en 1989), y tuve dificultad en hacer coincidir el "Camino" con los recorridos topográficos.
El piso fue alternando, teniendo en algunos lugares una agradable textura de tierra clara y fina, e incluso hierba verde.
Pero fue aquí «que la cerda torció la cola», en un tramo de piso altamente agresivo, de piedras sueltas de diversos tipos, que me llevaron a la «tentación», a la que resistí, de calzar las sandalias.
Llegué a la nueva iglesia parroquial de Moure, donde reposé e hice el punto topográfico.
Retomé el camino, que pensaba llevarme a Turiz.
Pasé en un cementerio, que no estaba señalado en la carta, y vi más adelante una iglesia pero que ... ¡No era la de Turiz!
¡No estaba al lado la capillita del Señor de los Pasos!
Sólo después de una investigación informática es que llegué a la conclusión de que se trataba de la antigua iglesia parroquial de Moure!
Dependiente como estaba de transporte público en la orilla sur del Cávado, decidí regresar por el mismo «Camino de Santiago», pero en el sentido inverso.
De nuevo la travesía del camino de piedras sueltas y agudas y del desierto de áspero asfalto caliente, sólo con un reguito de agua de lavado de patios corriendo aquí y allá.
¡Sólo poniendo así a prueba la resistencia de nuestros pies seremos capaces de defender la saludable causa del descalzismo!
Benediciones!
http://duxspinensis.blogspot.com/2018/09/pelos-caminhos-de-s-tiago.html

Hnº. Alberto Guimaraes OFS
Fraternidad Franciscana Seglar de Braga ─ Portugal