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nuria
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Combinación de Alimentos

Creo que casi todos hemos oído hablar algo sobre la combinación de alimentos pero que muy pocos sabemos de qué se trata o por qué es tan importante. Espero este artículo sirva para aclarar algunas dudas. Todo es una opinión personal basada en la experiencia y apoyada por la filosofía higienista.

Una persona puede comer vegetariana y biológicamente y aun así, ser un desastre su alimentación. ¿Por qué? Porque varios son los factores que influyen en nuestra salud y alimentación. Según mi experiencia, los siguientes son los más importantes:

            - El 1º es nuestra conexión espiritual y la ley de acción - reacción, también llamada ley de la causa - efecto (en oriente, karma)

            - El 2º los alimentos que comemos y su naturaleza, forma de cultivo, recolección, transporte, exposición y venta.

            - El 3º la cantidad de ellos que comemos y veces al día que lo hacemos.

            - Y el 4º el cómo los comemos (cocinados o crudos, combinados de un modo u otro, lentamente en silencio y en paz o con ansiedad y stress, en el exterior con aire puro o en un lugar cargado, etc.).

Dentro de este último 4º factor está el de cómo los combinamos. Uno puede comer pan y hacerse una ensalada de lechuga, tomate, piña, nueces, manzana, pasas y aguacates biológicos y pensar que come sano pero en realidad, está ingiriendo una auténtica bomba química. ¿Por qué? Porque al necesitar cada uno de esos ingredientes diferentes enzimas y distintos tiempos de digestión, así como diferentes secreciones de jugos gástricos, pancreáticos, biliares e intestinales, lo único que se está consiguiendo es que se acidifiquen, pudran y fermenten en el interior dichos alimentos mientras se suspende la digestión de las proteínas y los almidones y cargamos al hígado de un exceso de trabajo por la alcoholemia interna generada, autointoxicándonos. Es decir, nos auto generamos una indigestión. Ésta es una de las principales razones por las que a la gente le sientan mal ciertos tipos de alimentos. Lo habitual no es que le "repita" o le produzca alergia un alimento, sino la combinación que suele hacer con él o la cantidad de éste que ingiere.

El cuerpo humano no está pensado para digerir más de un alimento por vez en el estómago. Es decir, no puede digerir a la vez dos cosas que no sean fruta o verdura (pues las verduras no necesitan jugos gástricos específicos ya que se descomponen tanto en un medio ácido como en uno alcalino)

Desde un punto de vista puramente fisiológico, lo ideal y lo más sano sería no mezclar alimentos. Si vas por el bosque y entras en un sitio lleno de fresas silvestres, lo más probable es que comas de ellas hasta saciarte y no ingieras nada más. Los animales comen muy sencillamente y con muy pocas mezclas (excepto ciertos "caseros" a los que les hemos transmitido nuestros malos hábitos) Incluso las aves, comen insectos durante una parte del día y semillas en la otra. No mezclan.

La vida actual tan alejada de lo sencillo y natural, nos lleva a todo lo contrario, al igual que las mentes actuales con sus apegos, inquietudes y deseos. Pero aun así, con unos conocimientos y hábitos apropiados, podemos aprender a vivir saludablemente integrados en la sociedad de hoy en día. El único problema es que, al habernos alejado tanto del contacto con nuestro Ser Superior o Instinto Base, hemos de invertir mucha energía y tiempo en algo que por propia naturaleza deberíamos de conocer o tener ya sabido pero paciencia, que con el tiempo, según se va limpiando nuestro cuerpo, el instinto se despierta rápido y el deseo y asimilación de una buena alimentación viene por sí solo llegándose incluso a preferir sin esfuerzos ni luchas. Desde ya, podemos empezar observándonos, mirando a dentro... Una vida sencilla, un estilo de vida ético y la práctica de algún tipo de meditación, ayudado todo ello por pequeñas tomas de consciencia internas y algo de conocimiento externo que vamos adquiriendo, aceleran el camino.

Por tanto, si padeces de indigestiones, inflamación intestinal, acidez estomacal, gases, estreñimiento, diarrea, cólicos agudos y crónicos, nauseas, cansancio después de las comidas, alergias o exceso de peso, te aconsejo respetar estas normas base de combinación de alimentos por tres meses y compruebes por ti mismo los resultados obtenidos. A mi parecer, el propio camino práctico y testimonial de cada uno es el más convincente.

Por cierto, hay un dicho que dice: "El que come de todo y lo mezcla todo, también puede sufrirlo todo"

Por otro lado, si los alimentos se combinan adecuadamente, se descomponen por completo pudiendo entonces ser absorbidos y utilizados por el cuerpo. Esto lo comprobamos en las heces, donde no pueden aparecer fragmentos sin digerir ni mal olor.

Para mí, las normas base de alimentación y combinación de alimentos son las que pongo a continuación. Entiendo que ciertos hábitos y costumbres impidan llevar todas ellas a la práctica. Ahí cada uno ha de ir aprendiendo a observarse buscando siempre mantener la máxima armonía posible mental, emocional y física.

            - Nada de carne, pescado, huevo, alcohol, tabaco ni drogas. Al ingerirlos, ingerimos muchas toxinas que poco a poco (o de mucho en mucho) se van acumulando en nuestro cuerpo estresando además, nuestros órganos vitales. También, según la ley acción - reacción, causa - efecto, un estilo de vida ético y respetuoso para con cualquier otra forma de vida es el que menos daño o sufrimiento traerá nuestras vidas (Cuanto menos hagas sufrir, menos sufres)

            - La fruta no debe de ingerirse al final de las comidas por su incompatibilidad gástrica. Debería de comerse sola.

            - Los dulces (postres como tartas, chocolate, etc.) no los digiere bien el cuerpo si se ingieren después de las comidas. Deberían ingerirse solos o tras una ensalada de pocos vegetales crudos.

            - Las verduras crudas (ensaladas) deberían de ser lo primero a ingerir en una comida, antes de los alimentos cocinados pues así no llenamos de glóbulos blancos nuestra sangre (leucocitosis digestiva) Ni aumentamos en exceso el ritmo cardíaco, la respiración y la temperatura corpórea, propio de la ingesta de alimentos cocinados. Con ello facilitamos la segregación de saliva y jugos gástricos que podrán digerir después los alimentos cocinados (si son compatibles, claro).

            - Lo ideal sería no comer más de tres tipos de alimentos al mismo tiempo y estos deberían de combinar bien.

            - El orden ideal a lo largo del día sería: 1º fruta ácida; 2º fruta dulce; 3º vegetales crudos; 4º nueces (frutos oleaginosos); 5º alimentos cocinados.

            - El ayunar un día a la semana o cada 15 días o tomar exclusivamente zumo de frutas o fruta durante ese día, ayuda a limpiar el cuerpo de toxinas pues el ciclo de eliminación funcionará durante 24 horas sin ser interrumpido por una nueva ingesta. Con ello, según vaya limpiándose tu cuerpo, la mente se calmará más, la concentración y las meditaciones serán mejores y los deseos por combinaciones o alimentos insanos irán desapareciendo paulatinamente. Si te es difícil ayunar o ingerir sólo fruta por el día, simplemente no cenes un día ni desayunes al siguiente, permitiendo así que pasen 24 horas entre una comida y otra.

            - No ingerir líquidos cuando tomamos otros alimentos. Estos se deberían de tomar solos y antes que otras cosas. El agua con la comida, los líquidos en general, debilitan la acción de la saliva especialmente sobre los almidones, tanto en la boca como en el estómago.

            - Las semillas germinadas (no leguminosas) ingeridas con cualquier alimento facilitan su digestión por la gran riqueza de enzimas que aportan, como si fuesen leche materna. Por tanto, si vas a combinar mal algo, es mejor si introduces en la comida germinados no leguminosos como los guisantes para aportar enzimas y por tanto, para que ésta sea más digestiva. Buenas semillas podrían ser las de alfalfa, girasol, etc.

            - El agua de los germinados es rica en enzimas. Aprovéchala en la elaboración de tus comidas o ingiérela sola pero cuida que las semillas sean biológicas para no tragarte los pesticidas y otros  químicos. El primer lavado de las semillas ha de despreciarse para evitar este riesgo.

            - El aceite envuelve en una película al alimento en que se echa (lechuga, tomate, pasas, etc.) Como éste no puede ser ingerido hasta llegar al intestino, los vegetales que deberían ser "procesados" en el estómago, comienzan a pudrirse. Cuando el cuerpo ya ha "vencido" la capa de aceite en el intestino, lo siguiente a asimilar son unas toxinas que van a la sangre provenientes de alimentos putrefactos (los que estaban cubiertos por el aceite). Si queremos engrasar nuestra comida, lo ideal es añadirle aguacate o incluso olivas (aceitunas). Podemos hacerlo en crema o paté.

            - El vinagre suspende la digestión salivar y retarda la digestión de los almidones (carbohidratos). Puedes sustituirlo por jugo de col fermentada o chucrut (¡Cuidado, mira que no esté hecho con vino!) o por algún preparado como el "Lacticol", un producto de la casa "Soria Natural" disponible en herbolarios y tiendas de dietética (aunque este último yo no lo prefiero)

            - A mi parecer, es mejor no ingerir ningún lácteo pero si lo haces, lo ideal es ingerir la leche sola pues no combina con nada al poseer grasa y proteínas. Cuando llega al estómago, esta cuaja coagulándose. Si la hemos ingerido con algún otro alimento, los coágulos los envuelven aislándolos de los jugos gástricos, paralizando su digestión hasta que la leche sea digerida (algo similar a lo del aceite) ¡Atención a los desayunos y a la leche con pan! Como mucho, mezclarla con frutas ácidas (fresa, limón...) Mejor aún si cambias tu leche por yogurt, kéfir o requesón que, al estar "predigeridos", sí se pueden combinar.

            - El consumo excesivo de ajo y cebollas, especialmente si son crudas, a parte de activar y desequilibrar las pasiones y emociones y a la mente (que en sí no sería dañino si supiésemos controlarlo), pervierten las papilas gustativas y provocan apetencia de comidas pesadas. Sólo benefician si tienes parásitos en el cuerpo pues contribuyen a eliminarlos, si estás constipado o si necesitas de un antibiótico.

            - El melón y la sandía son lo que más rápido se digiere (diez minutos cada cual) pero han de tomarse SIEMPRE solos pues ninguno de los dos es compatible con nada (entre ellos, tampoco) ¡Adiós al melón con limón!

            - La manzana es compatible con todo (menos con melón y sandía, claro) debido a su gran riqueza enzimática y bajo grado de acidez. "Una manzana al día, salud para toda la vida"

            - Del tomate se dice lo mismo que de la manzana, que combina con todo por su gran riqueza enzimática y su gran valor alcalinizante, pero yo le considero dañino por su gran adulteración y por no ser recolectados ni ingeridos estando muy maduros. Es difícil encontrar un verdadero tomate. Si se ingieren, deberían de ser pelados pues la piel provoca mucho ácido úrico. ¡Ojo a la artrosis y a la gota! En cambio, si está bien maduro y pelado... ¡Paladar de Dioses! Jamás lo mezcles con limón \"\\"crying\\"\"

            - No mezcles proteínas (necesitan de un medio ácido) con hidratos de carbono, almidones o azúcares, pues estos tres últimos necesitan un medio alcalino para ser digeridos correctamente por el cuerpo. La saliva que digiere al almidón, se neutraliza con la segregación de los jugos del estómago para digerir la proteína. Lo uno paraliza la digestión de lo otro. ¡Fuera las patatas con garbanzos! ¡Adiós al bocadillo de queso y al muesli! En vez de comprar muesli, podemos comprar copos de avena solos y echarlos a un zumo de naranja puro o diluido en agua junto con trocitos de manzana fresca.

            - No mezcles las proteínas con los azúcares. Los azúcares inhiben la digestión del jugo gástrico y su digestión se hace en el intestino. Si se mezclan con otros que se digieren en el estómago, fermentan al pudrirse en él por no poder pasar al intestino durante por lo menos dos horas. Olvídate de la nata con caramelo o chocolate y de las nueces y almendras caramelizadas si quieres ayudar a sanar a tu cuerpo.

            - No mezclar varias proteínas diferentes pues varía la acidez de los jugos en el tiempo ¡Cuidado con el queso con nueces y con las lentejas con garbanzos!

            - Nada de proteínas con ácidos pues los ácidos inhiben la digestión de las proteínas y dificultan la secreción del jugo gástrico.

            - No mezclar proteínas con grasas. Las grasas inhiben el jugo gástrico hasta dos horas. Nada de aguacate con nueces o almendras...

            - No mezclar varios almidones diferentes ¡Ojo a los panes de varios cereales, al pan con plátano, al arroz con plátano, a las patatas con maíz o guisantes y a la soja (o leche de soja) con cereales...!

            - Nada de almidones con ácidos pues los ácidos suspenden la digestión del almidón. Olvídate del limón en el arroz...

            - No mezclar almidones con los azúcares por lo mismo que no se han de mezclar los azúcares con las proteínas. El azúcar en la boca provoca una saliva diferente a la que necesita el almidón. ¡Fuera el plátano caramelizado!

            - Los almidones cuando se combinan mal, a parte de producir fermentaciones en el tubo digestivo, producen alcohol provocando el mismo efecto para el hígado que si se bebiese alcohol.

            - Los azúcares (de digestión simple) con la grasa (de digestión pesada) mezclados se convierten en veneno. Los azúcares quedarían retenidos en el estómago mucho tiempo y, al estar en un medio húmedo y caliente, producirían fermentaciones anormales. Adiós a la miel con semillas o con el queso, al queso con membrillo y a los dátiles con almendras o a los higos secos con nueces...

            - Las frutas ácidas no combinan con las dulces ¡Olvídate de la típica macedonia de frutas!. 

Después de leer todo esto que he puesto, si has sido tan valiente y paciente como para llegar hasta aquí, supongo te estarás preguntando: "Entonces, ¿Qué narices como?" ¿Mi consejo? "Tranquilo. Come lo que comías antes pero desde hoy elimina una sola cosa de ello como por ejemplo, la carne. O la combinación de proteínas con hidratos de carbono. O empieza a ayunar una vez a la semana o cada 15 días... Después, cuando ya no te suponga mucho esfuerzo o desagrado, añade otra cosa de la lista aquí expuesta. Luego otra y otra y otra y así sucesivamente. Tras la primera fase de limpieza del cuerpo, luego notarás que éste está mucho mejor, tanto en estética como en salud y fortaleza o capacidad energética. Maravillos alicientes para poder seguir avanzando en la lista.

            El comer combinando correctamente los alimentos pero teniendo todo el tiempo la atención en el cuerpo o en la comida, con la mente ansiosa por no comer los platos acostumbrados, hace igual de daño que combinarlos mal. Mantén en todo momento buenos pensamiento y con ello, la paz interna y la salud seguros estarán.

Y recuerda: Si ingieres alimentos crudos y germinados, tu cuerpo acepta mayor cantidad de excepciones en las combinaciones de las comidas por tener enzimas vivas (no muertas en la cocción) y muy abundantes (en los germinados). Aun así, el mejor remedio para digerir y asimilar bien cualquier comida es prepararla y comerla en silencio y con pensamientos positivos o mejor aún, místicos y amorosos.

Por favor, no vivas todo esto como una privación de alimentos, vívelo simplemente como un no comerlos todos al mismo tiempo. Además, te ahorrará mucho trabajo en la cocina, en el médico y en el ánimo.

 

            Para saber más:

            * "La combinación de los alimentos". H.M. Shelton. Editorial Obelisco.

            * "Aprenda a alimentarse". Dr. Soleil. Editorial Sirio.

            * "¿Cómo combinar sus alimentos?". Marc Arms. Editorial Cedel.

            * "Las claves de la nutrición". Désiré Mérien. Editorial Ibis.

            * "Los alimentos nutren, los comestibles matan". Marc Arms. Editorial Cedel.

            * "El crudivorismo puede salvar tu vida". Marc Arms. Editorial Gente Sana.

            * "Fundamentos de la alimentación natural". Apolinaire.

            * Apuntes del curso "Tu estilo de vida de alimentos vivos". Ann Wigmore.

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